miércoles, 8 de marzo de 2017

MEX VS Trump

MEX VS Trump


1. FORD
The Ford Motor Company, más conocida simplemente como Ford, es una empresa multinacionalestadounidense fabricante de automóviles, camiones y microbuses con base en Dearborn (Míchigan, Estados Unidos). Fue fundada en el 16 de junio de 1903 por Henry Ford en Detroit (Míchigan). Según la revista Fortune, DaimlerChrysler y Toyota Motor superaron a Ford, situándose respectivamente como el segundo y tercer grupo de fabricantes de automóviles mundial con más ingresos en 2004. Durante muchos años, Ford ha sido el número uno global por delante de General Motors. Ford continúa siendo una de las 500 más grandes corporaciones por ingresos.

La Ford Motor Company también posee las marcas Mercury (hasta su cierre) y Lincoln. En la actualidad, Ford tiene plantas de ensamblaje en muchos países del mundo.


FORD VS. TRUMP.
TRUMP ASEGURA QUE NO INTIMIDÓ A FORD PARA QUE CANCELARA SU PROYECTO EN MÉXICO.
El presidente de EU dice que fue fenomenal que la empresa cancelara su proyecto; asegura que Peña Nieto –al que califica de buen hombre- está dispuesto a recibir ayuda con el problema de los cárteles.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró en una entrevista que se transmitió este domingo que no intimidó a Ford para que cancelara sus planes de construir una planta automotriz en México.

“Yo no los intimidé, pero está muy bien que traigan empleos de vuelta a Michigan, Pensilvania, estados que perdieron trabajos. Esto ya pasó y traerá un gran crecimiento de empleo en este país”, dijo el mandatario estadounidense en entrevista con Bill O'Reilly, de Fox News.

El 3 de enero, Ford anunció que cancelaría la construcción de una planta en San Luis Potosí con una inversión de 1,600 millones de dólares. En su lugar, la empresa señaló destinará 700 millones de dólares para remodelar su fábrica en Flat Rock, Michigan, con lo que creará 700 empleos. El CEO de Ford, Mark Fields, aseguró el 6 de enero que la cancelación correspondía a una decisión de mercado y no tenía que ver con las presiones del entonces presidente electo.


2. TOYOTA



Toyota Motor Corporation (Toyota Jidosha Kabushiki-gaisha), simplemente llamado Toyota, es un fabricante de automóviles japonés con sede en Toyota (Aichi), Japón. Toyota fue el mayor fabricante de automóviles en 2012 (por producción) por delante del Grupo Volkswagen y General Motors, y tuvo ventas mundiales aproximadas de 9,98 millones de vehículos en 2013.


Es una de las "tres grandes" empresas automovilísticas japonesas desafiando a los fabricantes de automóviles estadounidenses que también incluye Nissan Motors y Honda Motor con gran éxito. Produce automóviles, camiones, autobuses y robots (no para la venta al público); es la quinta empresa más grande del mundo. La sede de la empresa se encuentra en Toyota, Aichi, y Bunkyō, Tokio (Japón) con fábricas y oficinas alrededor de todo el mundo. La empresa fue fundada en 1933 por Kiichiro Toyoda.


Proporciona servicios financieros a través de su subsidiaria Toyota Financial Services y participa en otras líneas de negocio. Fabrica vehículos vendidos en los Estados Unidos bajo las marcas de Toyota, Scion y Lexus. Toyota también posee grandes inversiones en Daihatsu e Hino, y un 8,7% de Fuji Heavy Industries, que fabrica vehículos Subaru. Toyota tiene una amplia cuota de mercado en los Estados Unidos, Europa y África y es el líder del mercado en Australia. También tiene cuotas de mercado significativas en varios países del Sureste Asiático de alto crecimiento.



TOYOTA VS. TRUMP


LA POLÍTICA ARANCELARIA DE TRUMP PODRÍA BENEFICIAR A TOYOTA Y OTRAS FIRMAS JAPONESAS.



En comparación con sus competidoras alemanas, las fabricantes niponas verían apenas aumentados sus costos si al final el empresario y presidente estadounidense cumple con todas sus amenazas. El Banco UBS ha hecho un análisis sobre los efectos que tendrán las políticas proteccionistas de Donald Trump en la industria de los automóviles. Citado por Forbes, el estudio muestra cómo marcas como Honda y Toyota ven con buenos ojos los movimientos del empresario, particularmente en el tema de los aranceles a vehículos que aterricen en Estados Unidos provenientes desde México. De puertas para afuera, los ejecutivos de las marcas japonesas parecen estar realmente preocupados por el alboroto que el nuevo presidente de Estados Unidos ha desatado desde incluso antes de asumir su posición. Pese a que se manejan bajo el radar para no ser blancos de los misiles virtuales de Trump por medio de su cuenta de Twitter, en sus oficinas, sin micrófonos ni cámaras enfrente, los jefes de las omnipotentes firmas empiezan a saborear el manjar. Con la temporada de ganancias cada vez más cerca, parece que aquello de “es difícil calibrar el impacto de las políticas de la Administración Trump, por lo que monitorearemos de cerca la situación” que repiten en cada conferencia de prensa, no es más que un discurso pactado. Según ha reportado el citado medio, los últimos en unirse a esta corriente fueron Mazda y Mitsubishi. De acuerdo a Hans Greimel, miembro de Automotive News, “las respuestas moderadas de los ejecutivos iban más dirigidas a no agitar el temperamento del nuevo presidente estadounidense”. Lo mismo pasó con el mandamás de Toyota, Tetsuya Otake, quien fue preguntado en dos ocasiones sobre qué pensaba su empresa sobre el proceder del rubicundo mandatario, y en ambas hizo el mismo ritual: dio un tosido, revisó su guión y respondió lo mismo que todos sus colegas. Posteriormente, un periodista de The Wall Street Journal le preguntó cuántos vehículos debería producir Toyota para mantener en paz a Trump y su América primero. Otake ojeó rápidamente sus hojas y no encontró nada, por lo que se vio forzado a revelar la incómoda verdad: “estamos muy cerca de llegar a nuestro límite de capacidad en Estados Unidos, el tiempo de espera necesario para que empiece a rendir sería muy alto. Y Otake lo puso de forma muy diplomática. Los medios expertos en esta industria aseguran que Toyota trabaja a toda su capacidad disponible en sus fábricas del gigante del norte y, aun así, tienen serios problemas para satisfacer la alta demanda de producto. La empresa ha decidido cambiar los tipos de vehículo que ensamblan en el gigante del norte, cambiando los sedan por las camionetas familiares y pick-ups, que de cualquier forma tomará mucho tiempo. A fin de aligerar la carga y acelerar la producción, la japonesa anunció hace dos años que iba a construir una planta en México, la cual abrirá en 2019 y en la que se ensamblará su modelo Corolla, que hoy día está a cargo de la fábrica de Cambridge, Ontario. Si la fabricante decidiera hoy abrir una fábrica en Estados Unidos mañana, probablemente no iría de acuerdo al primer y último trimestre de Trump, como muchos esperan no sólo en Japón. Toyota tiene motivos para monitorear la situación del actual inquilino de la Casa Blanca sin desesperarse. El banco suizo mencionado al principio construyó un complicado modelo para calibrar el efecto de las políticas arancelarias de Trump para la industria motor y sus componentes. El estudio muestra que las marcas alemanas podrían pasar serios aprietos, mientras que el panorama para las japonesas es un tanto más alentador. El proyecto propone que una subida del 20% a los impuestos de importación aumentaría el precio de los vehículos en Estados Unidos, es decir aproximadamente unos $ 2.500.00, lo cual se cargaría hasta 2 millones de unidades de las ventas anuales del ogro norteamericano. En cuanto a los costes, Toyota estaría en el mismo grupo de FCA, GM y Ford, todos con aumentos en sus costos que rondarían el 6% y el 7%. Las alemanas, por su parte, verían sus aumentos de costes en los dos dígitos. Y de Mazda tan sólo se puede decir que sería duramente golpeada. Los banqueros anuncian que un impuesto del muro para México impactaría directamente a General Motors con un aumento del 7.3% y a Ford con un 6.3%. Toyota, en cambio, saldría entre flores con apenas un 2% en el aumento de sus costes. El impuesto a México haría añicos a Volkswagen, que vería sus costos aumentados en un 18%, aseguró el banco. BMW y Daimler (Mercedes-Benz) reportarían incrementos similares.




3. FIAT-CHRYSLER



Fiat Chrysler Automobiles (FCA) es un grupo automovilístico italo-estadounidense propuesto por el consejo de administración del grupo italiano Fiat S.p.A. tras la adquisición en enero de 2014 de la totalidad del grupo estadounidense Chrysler Group LLC. La nueva compañía tiene su sede legal en los Países Bajos y su sede fiscal en el Reino Unido y está cotizada en la Bolsa de Nueva York, así también como en el Mercato Telematico Azionario de Milán. El nuevo grupo mantendrá sus plantas de fabricación, diseño e ingeniería existentes pertenecientes a las anteriores Fiat y Chrysler en todo el mundo. FCA es la séptima compañía automovilística más grande del mundo.



FIAT-CHRYSLER VS. TRUMP



ARANCELES DE TRUMP AMENAZAN A FIAT CHRYSLER.

En el Salón del Automóvil de Detroit, el director ejecutivo de Fiat Chrysler, Sergio Marchionne, reconoció que si Trump cumple con poner altos impuestos cerrarían sus fábricas en México.


Fiat Chrysler tendría que cerrar sus fábricas de automóviles en México si Donald Trump cumple las promesas de campaña de imponer aranceles rigurosos sobre los vehículos que entran a Estados Unidos, dijo ayer el director ejecutivo Sergio Marchionne.

“Es posible que, si se imponen aranceles económicos muy elevados, producir algo en México no sería rentable y tendríamos que retirarnos”, dijo Marchionne en el Salón del Automóvil de Detroit de este año. Sus comentarios se produjeron sólo horas después de que su compañía recibió en Twitter un mensaje de aprobación del presidente electo estadounidense al anunciar una nueva inversión de mil millones de dólares en EU, la cual crearía 2 mil empleos.

“Fiat Chrysler acaba de anunciar planes para invertir MIL MILLONES DE DÓLARES en plantas de Michigan y Ohio, añadiendo 2 mil empleos. Esto se produce después de que Ford dijera la semana pasada que se ampliará en Michigan y EU en lugar de construir una planta de MIL MILLONES de dólares en México. ¡Gracias Ford y Fiat C!”, escribió Trump en Twitter. Estos comentarios reflejan las dificultades que los fabricantes se ven obligados a sortear cuando tratan con el próximo presidente estadounidense, quien ha criticado en repetidas ocasiones a las compañías que fabrican en México automóviles para el mercado estadounidense y amenazó con imponer aranceles del 35 por ciento sobre los automóviles importados.

Ford ha abandonado los planes para una planta mexicana de 1.6 mil millones de dólares y anunció una nueva inversión en EU de 700 millones de dólares.

Akio Toyoda, presidente de Toyota Motor, anunció el lunes que la compañía invertiría otros 10 mil millones en EU en los próximos cinco años como parte de sus “continuas” inversiones en el país. Los ejecutivos de Toyota dejaron claro que gran parte de la inversión ya había sido planeada o previamente anunciada. Dijeron que Toyota no podía descartar el traslado de cierta parte de la producción de México a EU en un futuro cercano, pero mantuvieron que sería como resultado de la demanda del mercado y no de la presión política. Mientras tanto, General Motors anunció que continuaría produciendo su coche hatchback de poco volumen, el Chevy Cruze, en México y fabricaría su renovado vehículo deportivo utilitario Terrain también en el país.

Trump amenazó la semana pasada con aplicarles fuertes aranceles a los Cruze hechos en México, pero GM dijo posteriormente que sólo unos pocos miles de unidades de ese modelo hatchback eran enviadas anualmente a EU procedentes de México.

Fiat Chrysler produce 503 mil vehículos en México al año en dos plantas en Saltillo y Toluca y exportó el 86 por ciento de ellos a EU o Canadá en 2015. Entre el 21 y el 52 por ciento de las piezas usadas en sus vehículos mexicanos provienen de proveedores estadounidenses, por lo que la decisión de cerrar las plantas también podría afectarlos.

Marchionne dijo que Fiat Chrysler estaba esperando a ver lo que Trump y el congreso republicano harían antes de tomar decisiones acerca de su presencia en México. También insistió en que la nueva inversión en EU no se relaciona con empleos que de otro modo habrían ido a México. El Grupo FCA, que también incluye las marcas Jeep, Ram, Dodge, Alfa Romeo y Maserati, fabrica 1.8 millones de vehículos al año en EU. La industria automovilística de México ha florecido bajo el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), y fabrica 3.4 millones de vehículos al año, pero depende en gran medida del acceso a los mercados de EU y Canadá, que reciben el 82 por ciento de los 2.7 millones de vehículos exportados del país.

Algunos fabricantes, como Nissan y Volkswagen, utilizan México como una base para la exportación hacia Europa o América Latina. Pero el Marchionne dice que sería demasiado caro readaptar la planta existente de FCA en México para exportar a todo el mundo. “Esas plantas fueron diseñadas y construidas con un propósito específico cuando el TLCAN estaba vivo y sano”, dijo.



4. BMW


BMW (siglas en alemán de: Bayerische Motoren Werke, «Fábricas bávaras de motores») es un fabricante alemán de automóviles de gama alta y motocicletas, cuya sede se encuentra en Múnich. Sus subsidiarias son Rolls-Royce, Mini y BMW Bank. BMW es el líder mundial en ventas entre los fabricantes de gama alta, compite principalmente con Audi, Lexus y Mercedes Benz, entre otros vehículos de gama alta.




BMW VS. TRUMP


MANTENDREMOS PLANES DE INVERSIÓN EN MÉXICO Y EU PESE A TRUMP: BMW. Necesitamos un libre comercio mundial, dijo el presidente presidente ejecutivo de la automotriz alemana BMW, Harald Krueger.






BMW mantendrá sus planes de inversión para México y Estados Unidos a pesar de las advertencias del presidente Donald Trump de imponer impuestos fronterizos a los vehículos importados a Estados Unidos, señaló el presidente ejecutivo del fabricante alemán de automóviles de lujo.


"Como compañía global estamos presentes en todos los mercados importantes”, dijo este miércoles Krueger durante una conferencia del sector en Bochum, Alemania. “Eso también significa que distribuimos la creación de valor automovilístico en forma equilibrada iNternacionalmente. Así se salvaguarda la continuidad en tiempos volátiles”.


Donald Trump advirtió el mes pasado que Estados Unidos impondrá un impuesto fronterizo del 35 por ciento sobre los automóviles importados.


La fábrica de BMW en Estados Unidos, ubicada en Spartanburg, Carolina del Sur, es la mayor del mundo del fabricante alemán. La planta produce populares vehículos utilitarios deportivos de BMW para mercados globales y actualmente se la está expandiendo a una capacidad anual de 450 mil unidades. Krueger dijo que BMW es la mayor exportadora sobre una base neta desde Estados Unidos, con bienes por valor de 10 mil millones de dólares al año, y que emplea 70 mil trabajadores en el país. "Necesitamos un libre comercio mundial", dijo Krueger.


BMW, que mantiene sus planes de abrir una fábrica en San Luis Potosí en 2019 para producir su sedán de la Serie 3, fue junto con General Motors, Ford Motor y Toyota Motor objeto de críticas de Trump por importar autos a Estados Unidos sin pagar un impuesto fronterizo sustancial.


El presidente ha prometido renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte e impedir que los fabricantes de automóviles desplacen empleos al sur de la frontera con México. Este miércoles, Krueger dijo esperar que continúe la “buena cooperación” de BMW con los gobiernos de Estados Unidos.





CONSECUENCIAS


Cuando el mes pasado el diario Bild Zeitung le preguntó a Trump sobre la fábrica que BMW planea en México, que se está construyendo a un costo de mil millones de dólares e iniciará la producción en 2019, el presidente advirtió al fabricante que tal medida tendría consecuencias para las importaciones a Estados Unidos. “Yo le diría a BMW, si quieren construir una fábrica en México y venderle los autos a Estados Unidos sin pagar un impuesto de 35 por ciento, pueden olvidarse de ello”, le dijo Trump al Bild, el periódico alemán de mayor circulación.

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